sábado, 26 de julio de 2014

Mitos al descubierto. Violencia en retaguardia


Mitos al descubierto. El sitio de Madrid: 1937-1939.


Mitos al descubierto. La persecución religiosa.


Mitos al descubierto. Los intelectuales españoles ante la Guerra Civil.


Mitos al descubierto. La intervención extranjera en la Guerra Civil Española.


Mitos al descubierto. Divisiones internas en el bando republicano.


Mitos al descubierto. Requetés: soldados de otro siglo


Mitos al descubierto. Franco, jefe del Gobierno del Estado.


Mitos al descubierto. La masacre de Paracuellos del Jarama.


Los nobles e innobles validos. José Antonio Vaca de Osma.

¿Quiénes son los validos? Si el res está en su sitio, <<del rey abajo ninguno>>. ¡Ah!, pero si el rey falla, ahí está el valido para convertirse en protagonista de la historia.

La figura del valido o privado tiene gran importancia en carios períodos fundamentales de nuestro devenir histórico. El valido español es un personaje característico, interesantísimo y diferente en muchos aspectos. Y lo más curioso es que, en épocas bien distintas y muy alejadas en el tiempo, aparecen estos hombres con unos rasgos y unas actuaciones que hacen de ellos un curioso fenómeno, personas parecidas entre sí en sus caracteres, en sus virtudes, en sus defectos... Parecen intercambiables a través de los siglos.

Nunca se ha publicado una obra que trate conjuntamente de estos personajes, y menos aún de un modo ameno, preciso y asequible para todos los públicos. Nunca se han descrito y comparado las figuras, del siglo XIV al XIX, de un Álvaro de Luna y de un Godoy pasando por el duque de Lerma, el conde-duque de Olivares y don Juna José de Austria, el gran hijo bastardo de Felipe IV, entre otros.

Las vidas de los validos son verdaderas novelas, bografías apasionantes en las que hay intrigas, luchas, amores, pasión, aventura, anécdotas, humor, tragedia... El lector juzgará acerca de su nobleza.

viernes, 11 de julio de 2014

Escenas Matritenses. Ramón de Mesonero Romanos.

Hay que reconocer que ha sido sólo a Madrid a quien se le ha cantado, como lo hacía Agustín Lara y es sólo a Madrid a quien se la ha escrito y dedicado libros.

Uno de los madrileños más egregios, pero cada vez más desconocido es Ramón de Mesonero Romanos, testigo excepcional de un siglo XIX español y madrileño digno de ser recordado. Para ello, nada mejor que estas escenas matritenses, seleccionadas por Ramón Gómez de la Serna con buen gusto, añado yo, que nos llevan a otra época, madre de la nuestra, que como malos hijos hemos olvidado.

Este es un libro que todo hispano-hablante debe leer, pero que para cada madrileño es de lectura obligada, ya que hace revivir esa ciudad que nos lleva al cielo.