miércoles, 11 de julio de 2012

El sentido Católico en la Literatura Española. Angel Valbuena Prat

Una de las más grandes adquisiciones para el alma española del siglo XX es la conciencia de su catolicidad. En todo el panorama ideológico se acusa el nuevo sentido de la valorización de la cultura católica. Así como el siglo XIX, esencialmente confucionista, simpatizante con toda escisión, individualismo o anarquía, tuvo una evidente atracción por las formas protestantes de religiosidad, la nueva centuria, tendiente a la organización, a un nuevo clasicismo, a la jerarquía y a la unión, se caracteriza profundamente por la revalorización del pensamiento y el arte católico. En el siglo pasado la obsesión por lo desgajado se halla hasta en las actitudes a la defensiva. Gran parte de la cultura de la Iglesia se empleaba en polémicas y refutaciones. El enemigo acechaba en todas partes, pero aparte de lo explicable del espíritu de defensa, había un resultado de esas preferencias por lo discorde o lo individual. Pero, afortunadamente, nuestro siglo se caracteriza por un esplendor de apoteosis católico. Por lo que respecta a España, superada la interesantísima, pero paradójica y derrotista, generación del 98, la literatura nueva tiende -como la ideología- a empaparse afirmativamente en la catolicidad. Como en toda la buena tradición hispana, nación y religiosidad, catolicismo e imperio se unen en estrecho haz de unidad.

El presente libro, aunque se estructura en orden histórico, es más bien un ensayo extenso que una obra de erudición. Las líneas generales de cada época literaria  se ordenan en torno a la unidad esencial que el sentido católico da a toda nuestra cultura. La literatura española, como todas las formas de nuestro espíritu no es simplemente una actividad que se desarrolla paralelamente a una confesión o que es el producto de escritores creyentes. Su sentido católico es esencial a su propia esencia, y una gran parte de sus géneros y obras fundamentales se basa en el dogma, en la liturgia, en la doctrina. La religiosidad hispana es una de las notas privativas  de su cultura y, en ella, del mundo de las letras. Por otra parte, comenzando en los ingenuos titubeos de la lírica medieval, conforme los siglos avanzan, la calidad literaria  y el acento religioso aumentan paralelamente hasta culmina en los siglos de oro, en la era de los místicos y ascetas, del drama sacro y la lírica devota, junto a la música de los motetes y la escultura y pintura arribadas a su magnitud suprema. Del mismo modo, la decadencia de las letras coincide con las oleadas de descatolización, hasta llegar, por la vía del desaliento y la angustia, a recobrarse España y religión, catolicismo y patria, unidad de cultura y unidad de fe, en lo momentos decisivos que culminan en la reconstrucción nacional del momento presente.

El presente libro trata de ser sencillamente una aportación a esta labor de todos los españoles conscientes.

Ángel Valbuena Prat.

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