sábado, 23 de marzo de 2019

Entrevista a Pio Moa sobre Fernando Paz.

"Pienso que Pío Moa acierta en su análisis sobre Fernando Paz. No hace falta estar completamente de acuerdo con alguien, para defender la tan cacareada libertad de expresión. Todo mi apoyo desde este blog a Fernando Paz".


P. La izquierda y gran parte de la derecha se ha alzado contra el negacionismo de Fernando Paz respecto al Holocausto y los juicios de Núremberg. ¿Tiene ud algo que decir al respecto?

Creo que Paz tiene razón en lo principal. Según lo entiendo, no niega el Holocausto, es decir, la persecución genocida contra los judíos, en cierto modo implícita en la ideología hitleriana. Solo expone dos cuestiones de principio que están siendo vulneradas por la mayoría de los historiadores y los políticos. En primer lugar, que aquel suceso histórico, como todos los sucesos históricos, está sometido a la crítica y la revisión. Si negamos esto, vamos de cabeza al totalitarismo. En segundo lugar, que hay elementos de dicha persecución evidentemente revisables, como el de los seis millones. Es una cifra redonda mil veces citada. En torno a cuatro de esos seis habrían sido asesinados en Auschwitz, pero desde hace tiempo se sabe que la cifra real allí fue de 1,3 millones o algo así, con lo que la cifra global tendría que haber descendido en consecuencia. Pero se sigue repitiendo casi como una cifra mística. Coincido con Paz en esto, pero por mi parte no puedo decir más al respecto porque la visceralidad de que está cargado el asunto obligaría a una investigación a fondo que no estoy en condiciones de emprender, al menos hoy por hoy. 

P. De todas formas, tanto Vox como Fernando Paz pueden haber cometido un error, Vox por seleccionarlo y Paz por meterse en política.

El error estaría en plantear mal el caso. Paz se equivocaría si quisiera justificarse, dando autoridad moral a sus acusadores. Podría empezar con algo parecido a esto: “Ustedes me llaman negacionista sabiendo que es falso. Es decir, ustedes mienten. Y mienten porque es prácticamente lo único que saben hacer bien”. Y seguir desde ahí con una polémica que podría resultar iluminadora. Paz es un intelectual. ¿Debe mezclarse en política directa? Eso es una decisión personal. Tiene pleno derecho, pero la elección es suya. Claro que la política se parece a un pozo de víboras y desenvolverse en ella requiere mucho temple si no quieres convertirte en una víbora más.

P. ¿Y en cuanto a los juicios de Núremberg,  otro punto del ataque a Paz?

Aquí, de nuevo, tiene razón. No solo porque son tan revisables como cualquier otro hecho histórico, sino porque él propone una cuestión de enorme transcendencia y de muy difícil solución, si es que tiene alguna: de acuerdo con la ley natural, los líderes nazis tendrían que ser castigados, pero de acuerdo con el positivismo que hoy rige en todas las actitudes morales y legales, y por supuesto entre los jueces de Núremberg (salvo los soviéticos, que tenían otro enfoque),  no podrían serlo. Esos juicios han recibido muchas críticas y en Años de hierro he expuesto algunas. Empezando porque los regímenes representados por los jueces habían cometido a su vez bastantes de los crímenes achacados a los nazis. Por cierto que la acusación de “revisionismo” que suelen hacer los del nuevo Frente Popular ya demuestra su pensamiento totalitario: la revisión es un principio metodológico en toda ciencia. Pero ellos quieren presentar como una especie de sacrilegio cualquier discrepancia o crítica de sus teorías, que a menudo son simplemente estúpidas.

P. Hay un tercer frente contra Paz, el de su ataque a los autores de las ideologías “de género”.

Por mi parte estoy muy de acuerdo con la crítica de Paz a esa gente. Son verdaderos perturbados que se vienen imponiendo totalitariamente a base de manipular la idea de libertad, el victimismo, etc.  Lo dicho no quiere decir que esté de acuerdo en todo con Paz, pero en estos puntos fundamentales, sí. 

P. Alguna gente se ha extrañado de que Vox no recurra a usted y le ignore, teniendo en cuenta que es usted uno de los intelectuales que desde hace más tiempo han apoyado a ese partido.

Sí, algunas personas me lo han comentado. No sé si se debe a que siempre dejé claro que mi apoyo a Vox era desde fuera y crítico, o a que temen que algunas de mis posiciones, como la revisión del franquismo,  les resulten perjudiciales políticamente. En este último caso cometerían un error, aunque todavía subsanable, porque la cuestión de Franco es la cuestión básica de la democracia en España. Es decir, de su regeneración o de su completa degeneración a manos del nuevo frente popular, que incluye  hoy también al PP. Pero me ha llamado la atención que en ningún caso me citen, a pesar de que en diversos temas  me he adelantado a ellos, como a casi todos. Es un fenómeno curioso.

piomoa.es

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