Me lo ha contado una fiscal de los juzgados de Madrid. Hace unos días, en la vista por un robo de poca monta, un maleante de medio pelo se puso muy tieso y exclamó: “¡Me acojo a la quinta enmienda!”. La sala pasó del estupor a la carcajada en un instante.
¿Cuántas películas americanas habrá visto ese sujeto? La quinta enmienda es una disposición constitucional de los Estados Unidos que, entre otras cosas, exonera a las personas de declarar contra sí mismas. En España no hay quinta enmienda, pero así de hondo ha calado la colonización cultural americana.
Otra: en el noroeste de la comunidad de Madrid hay una empresa de taxis que, para darse aire de modernidad, se ha bautizado como Northwest. O sea: Peralejo, Zarzalejo, Navalquejigo, Colmenarejo... el northwest de toda la vida, vaya. Asistimos a un lento suicidio cultural. Eutanasia del espíritu.
José Javier Esparza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario